jueves, 21 de junio de 2012

Sobredosis nocturna.

Apago la luz, me dirijo hacia ti, tu mirada entre sombras me dice por donde caminar, camino entre ropa tirada en el piso, el ambiente mezcla de pudor, nervios y deseo, me alienta, me motiva; Tu piel a cada trazo de mis dedos se eriza, me deseas, tus labios desesperados buscan mi boca o un pedazo de mi piel, la mía juega a esconderse entre tus senos, tu costilla; tus dedos juegan con mi cabello, mi lengua con tu cintura y nuestro amor con el tiempo, todo se hace un instante, un momento.

Mis manos le susurran a tu cintura intenciones y movimiento, todo es música, pareciera que el tiempo tocara un violín al compás de los cuerpos desnudos, los gemidos de tu boca resuenan en mis oídos, se que eres mía, me lo dice mi corazón y tus ojos y tus dulces labios.

Dentro de la obscuridad de la habitación, logro observar mis besos en tu piel, la suave respiración de tu vientre, tu corazón que grita mi nombre, tus manos buscando mi cuerpo, me encuentran, me abrazas, me aprietas a tus senos, y yo, solo te beso los labios y te digo en silencio, que soy tuyo y que te amare por toda la eternidad.

lunes, 18 de junio de 2012

Tuyo...

Hoy me he dado cuenta que ya no me pertenezco, que me soy ajeno como cualquier hombre, que mis manos ya no son mías, que el calor de mi cuerpo me abandona.

Pero cuando estoy contigo, cuando estrecho tus manos, cuando mis labios rozan tu lengua, me encuentro completamente, me identifico y me doy cuenta que te pertenezco, que soy tuyo, tuyo desde el inicio del día, desde que tus ojos se abren y empiezan a asimilar la luz, cuando tu cuerpo empieza a jugar a encontrarme, que soy tuyo por decisión, por ti y por mi, por nosotros.

lunes, 11 de junio de 2012

Te Extraño...

Extraño tus ojos, esa mirada escurridiza que juega a verme a escondidas; esa piel suave y fresca donde se refugian y juegan mis besos.

Hoy no quiero pensarte, quiero tenerte, acomodarte entre mis brazos y apretárte contra mi corazón, que hagas con él lo que tu quieras, guardarlo, tirarlo, es tuyo.

Podría fácilmente enterrarme en tu silencio y observarte desde ahí, mirar tu sonrisa, tu cabello desordenado y seguirías siendo el brillo de mis ojos, el sabor de mis días, mis tardes lluviosas, ven, anímate a quererme, quítate la piel y los huesos, quiero verte en esencia, pura y clara.